Ficha de partido: 08.03.2003: Valencia CF 0 - 1 Atlético de Madrid

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
0 - 1
At. Madrid
At. Madrid

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Albertini
4'
Rubén Baraja
12'
Sergi
30'
Miguel Ángel Angulo
44'
Descanso
45'
Kily GonzálezVicente Rodríguez
58'
DaniStankovic
61'
Stankovic
61'
CorreaJorge
66'
Amedeo Carboni
67'
Aguilera
72'
John CarewGonzalo De los Santos
74'
Juan SánchezMiguel Ángel Angulo
80'
MovillaAlbertini
81'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: At. Madrid

Records vs At. Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (16 goles)
Goleador rival: Luis Aragonés (12 goles)
Mayor victoria: 9 - 1 (13.09.1936)
Mayor derrota: 0 - 5 (10.11.1985)
Más repetido: 1-1 (22 veces)

Crónica

Segunda decepción. En sus dos últimas comparecencias del Valencia en Mestalla ha decepcionado. En la primera, el Roma venció con contundencia y en la segunda, el Atlético se ha llevado los puntos, aunque a decir verdad en esta ocasión el empate hubiera sido un resultado más justo. Da la sensación de que al Valencia los rivales ya saben cómo jugarle. La presión a la que se ve sometido en el centro del campo impide que Bajara y Aimar encuentren espacios para desestabilizar de cara al gol. Cuando mejor estaba el Valencia, Carboni cedió un córner innecesario ante la desesperación de Cañizares. A renglón seguido se sacó desde la banda derecha y Aguilera, libre de marcaje, remató con limpieza de cabeza la fondo de las mallas desde la misma área pequeña. Una vez más, un error en el marcaje en jugada a balón parado le proporcionaba al Valencia un disgusto, como es perder tres puntos cuando el Madrid y el Deportivo resolvieron sus partidos. El equipo de Del Bosque vuelve a alejarse cinco puntos. Y todo ello en el minuto 72.

El Valencia se había transformado coincidiendo con el inicio del segundo tiempo y pasó de un juego anodino a ser dueño y señor del partido en función de su mejor predisposicion y de saber mover el balón con mayor rapidez, lo que trajo consigo que el partido fuera más abierto y las jugadas de gol se multiplicaban en el área defendida por Esteban, pero, eso sí, con desacierto en el remate final, aunque en el minuto 87 los aficionados pidieron penalti por un caída de Juan Sánchez en el área. En esta ocasión Pablo Aimar no encontró el modo de liderar a su equipo, estuvo apagado y muy confuso en el centro del campo, porque nunca se sintió cómodo y ello hay que ponerlo en el lado positivo del diseño de Aragonés, donde sometió a sus jugadores a un estilo guerrillero, dando siempre la cara y que al final le dio un buen resultado.

Durante los primeros 45 minutos los jugadores del Valencia, así como los del Atlético de Madrid, no ensayaron el disparo a gol en ninguna ocasión. Este hecho vino a significar que el encuentro estuvo repleto de jugadas bruscas, con mucho contacto, muchas faltas y constantes imprecisiones por un lado y por otro. En consecuencia, un fútbol nada vistoso que favoreció los intereses del Atlético, que se sintió cómodo y, además, con desparpajo en el movimiento del balón. La presión a la que ambos equipos se sometieron trajo consigo la ausencia de espacios libres, así como la inactividad de los hombres creativos. Aimar y Baraja, por el Valencia, no encontraban ni el tiempo ni el momento de sentirse lúcidos en el desarrollo de la jugada, sin apenas tocar el balón, sobre todo el jugador argentino, mientras que Baraja se mostró impreciso.

Cuando un partido se transforma en una especie de encuentro de rugby donde la abundacia de faltas es lo que prevalece, trae consigo que se perdiese toda vistosidad y que apenas quedasen para el recuerdo un par de jugadas. El concepto guerrillero del fútbol se impuso al de la creatividad y así fue como el marcador no se quiso mover en esta primera fase.

De entrada, Rafa Benítez tomó la decisión de dejar fuera del equipo a Albelda, Pellegrino, Rufete, Carew y Kily, en definitiva, seis jugadores que suelen tener un puesto en el once inicial, aunque es verdad que unos más que otros. Fue una apuesta del técnico pensando que el martes debe de jugar en Amsterdam frente al Ajax. Una apuesta arriesgada que al final. El Valencia, en esta ocasión, se sintió muy incómodo en el desarrollo del partido. Lo que le suele gustar hacer, es decir, presionar y no dejar pensar al rival, se convirtió en un bumerán en su contra, pues fueron las armas que empleó el equipo preparado por Luis Aragonés. La acumulación de hombres en el centro del campo acabó beneficiando al equipo colchonero.