Inicio del partido

0'

Walter MarcianoAsist: Ricardo Alós

8'

Descanso

45'

Joel MartinsAsist: José Egea

56'

Irusquieta

84'

Final del partido

90'

Se cumplieron totalmente los deseos del nuevo entrenador del Valencia, Jacinto Quincoces, en el partido jugado por los suyos esta tarde en el Metropolitano. Decía en las vísperas del encuentro, que lo que pretendía es que el equipo de Mestalla vuelva a ser lo que fue, que dé guerra, que sea el equipo tesonero que sabía vencer en su casa y fuera de su terreno, por alma, entusiasmo y voluntad. Quincoces, al término del partido de hoy, frente al Atlético de Madrid, venciéndole en el campo y en el marcador, se habrá sentido satisfecho, porque los suyos han respondido totalmente a sus deseos. El Valencia de hoy ha sido el Valencia de otras temporadas. A fuerza de echarle ganas, entusiasmo y codicia, se ha impuesto a su rival, le ha ganado la mano, le ha superado en todos los terrenos y así ha conseguido una de las victorias a domicilio cotrario más francas que en estos últimos tiempos recordamos.

Porque otra virtud del Valencia de esta tarde, ha sido la deportividad de que ha hecho gala en todo el encuentro, con la misma fe de principio a fin, hasta en los últimos minutos de juego, cuando su ventaja se hacía mínima y los ataques enemigos, aunque sin orden, eran impetuosos y podía llegar el empate... que hubiera sido injusto, y que hubiera hecho la merma de un punto dignamente ganado.

Aunque todo el once blanco actuó acertadamente, y de acuerdo con las instrucciones dadas por su entrenador, que dispuso una táctica impecable, aunque el ataque actuó como delantera visitante y ya se sabe que en el actual fútbol lo que esto quiere decir, y su defensa estuvo siempre justa y serena, dos hombres hay que destacar en este Valencia triunfador: Walter y Sendra, porque fueron los artífices de la victoria conseguida, y de que no obtuvieran fruto los esfuerzos contrarios. Walter, un director de equipo magnífico, y Sendra, dejando su campo a Tercero, un medio centro a la antigua, no menos magnífico. Sobre ellos, radicó la razón del éxito, sin que, repitámoslo, hayamos de olvidar, a los otros nueve hombres. Una mención especial de Goyo, soberbio en dos o tres ocasiones decisivas.

Falló en cambio el Atlético, La ausencia de los dos interiores titulares, fue advertida a lo largo de todo el partido, porque ni Allende, ni mucho menos Adalberto, hicieron olvidar a Mendoza y Peiró. Y ello, perjudicó por igual a las dos alas y a un ataque que careció totalmente de profundidad, al encontrarse los dos extremos estrechamene marcados. Fue la media, la mejor línea del grupo blanquirrojo, hasta que Chuzo, se lesionó, jugando el segundo tiempo de delantero centro y bajando Adalberto a medio, pasando Vavá a interior izquierda, Siguió así la pareja Rivilia Adalberto, siendo lo menos malo del grupo, tapando el segundo, el mal primer tiempo de delantero. Fracaso absoluto de la zaga, en la que Calleja se fue constantemente de su zona, desconcertando a sus laterales.

El arbitraje de Zariquiegui, que desde hace algún tiempo no venia actuando en Madrid, fue bueno. Uno a cero a favor del Valencia en el primer tiempo, tanto marcado por Walter a los 8 minutos, recogiendo una pelota servida por Ricardo y disparando desde fuera del área, con toda tranquilidad, raso y cruzado; creemos que el meta antlético estuvo un tanto despistadillo en la consecución valencianista de este gol. A los 11 minutos de reanudado el juego, el equipo de Mestalla marcaba su segundo gol, logrado por Joel, solo ante Pazos, y rematando un buen servicio de Ricardo. Y hasta los 38 minutos, no llegó el primero y único gol atlético. Lo marcó el zaguero Irusquieta, rematando de cabeza, esquinadamente, un buen córner lanzado por Collar, cuando se encontraban ante la meta valencianista, casi dos decenas de jugadores.